La limpieza de oídos del perro y gato en casa es un hábito de aseo sencillo pero también importante para asegurar la salud de nuestras mascotas.
Debemos tranquilizar a nuestras mascotas para que sea cómoda la limpieza de oídos y no una experiencia desagradable, se deben revisar los oídos, utilizar una toalla humedecida para la parte externa de la oreja, pudiendo utilizar gasas o hisopos para el interior del oído realizándolo con mucho cuidado evitando lastimar y repetir el aseo cada que nuestra mascota lo necesite.
El primer paso para asear los oídos al perro o gato es crear un ambiente tranquilo, en el que el animal pueda relajarse.
Colocar a nuestras mascotas encima de una banqueta que esté a nuestra altura, en un lugar alejado de ruidos y del tránsito de otros habitantes del hogar, es una buena opción para que el aseo de los oídos transcurra de un modo placentero.
Cuando nuestras mascotas perro o gato son pequeños, podemos colocarlos sobre nuestras piernas, una vez que el dueño está sentado de forma cómoda, procedemos a la limpieza. La clave es favorecer la confianza del animal. Para ello, las palabras pronunciadas en un tono suave, así como las caricias, ayudan.
Cuando nuestras mascotas perro o gato son pequeños, podemos colocarlos sobre nuestras piernas, una vez que el dueño está sentado de forma cómoda, procedemos a la limpieza. La clave es favorecer la confianza del animal. Para ello, las palabras pronunciadas en un tono suave, así como las caricias, ayudan.
El aseo de los oídos del perro o gato es, además, un momento idóneo para revisar si existe alguna dolencia o infección en esta zona. La entrada del conducto auditivo debe presentar un color rosado pálido: es síntoma de buena salud.
La presencia de secreción en la zona del pabellón de la oreja, así como la aparición de ácaros u otras lesiones, puede estar avisando de que existe una dolencia.
Otra clave para saber que el oído del perro o gato está sano es comprobar que no huele mal. Un olor desagradable e intenso procedente de esta zona es un posible aviso de que existe una infección (otitis). La inflamación auditiva suele ocasionar, además, picazón y molestia: el perro o gato se rascará con insistencia y sacudirá sus orejas y cabeza de un modo anormal.
Una pronta visita al veterinario es lo recomendable en estos casos.
Finalizada la revisión, la limpieza de los oídos del perro o gato debe comenzar con el aseo de la parte externa, y peluda, de la oreja. Una toalla humedecida con agua templada y su shampoo suele bastar. El producto se retira después con cuidado y se seca el manto humedecido, en su totalidad, con una toalla.
¿Cuál es el modo correcto de limpiar los oídos al perro o gato?
Una gasa limpia es el material adecuado para este aseo: se cubre nuestro dedo con la gasa y se introduce con extrema delicadeza en el interior del oído, con cuidado de no tocar el fondo.
El contacto de la gasa con las paredes limpia los restos de cera que se hayan podido acumular.
Ciertos productos específicos son un apoyo en la higiene auditiva de las mascotas, este tipo de limpiadores suelen venderse con un aplicador, que ayuda a impregnar todas las zonas del oído interno, también las menos accesibles. Además, masajear la base de la oreja del perro o gato favorece que el producto se reparta por todos los rincones.
Se recomienda que el dueño debe revisar la higiene de las orejas de su peludo compañero cada dos semanas, para evitar problemas de infección.
La limpieza se complica más para un perro con orejas grandes, ya que su pabellón colgante (oreja) funciona como barrera natural para la entrada del aire, para ellos, conviene revisar una vez a la semana sus oídos para verificar si existe alguna anomalía. Para proteger los delicados oídos del perro o gato es recomendable a la hora del baño taponear con algodón los oídos y así evitar el paso del agua y del jabón en el interior de los conductos auditivos. Si tienes alguna duda visita a tu Médico Veterinario ellos te ayudaran a mantener una buena salud e higiene en nuestras mascotas.